· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

19 de junio de 2010

Ciudad fallida

1. Hoy, después de la tormenta. La mejor situación para poder contemplar la ciudad y sus cielos abiertos. Dos días durará esto, porque dos días tarda en volver la gruesa capa de smog que normalmente cubre Santiago de Chile. Por lo menos, un fin de semana de despeje mental y pulmonar.

Cómo ha cambiado Santiago. Hasta el momento sólo he visitado una pequeña porción; sí el centro de la ciudad, que no ha experimentado grandes transformaciones. Quizá haya envejecido; las viejas construcciones modernistas están un poco descuidadas. Más edificios de oficinas y departamentos, de estilo innombrable y colores pastel que dan ganas de llorar a mares.

No me olvido del terremoto y sus estragos. Pero en general, el centro de la ciudad me parece un lugar cubierto por una fina capa de polvo, a lo que hay que añadir la gruesa capa de smog en suspensión. La ciudad se vuelve opaca y gris; siempre lo fue.

2. CHILE

Da risa ver a los campesinos de Santiago de Chile
con el ceño fruncido
ir y venir por las calles del centro
o por las calles de los alrededores
preocupados-lívidos-muertos de susto
por razones de orden político
por razones de orden sexual
por razones de orden religioso
dando por descontada la existencia
de la ciudad y de sus habitantes:
aunque está demostrado que los habitantes aún no han nacido
ni nacerán antes de sucumbir
y Santiago de Chile es un desierto.

Creemos ser país
y la verdad es que somos apenas paisaje.
(1969, Nicanor Parra).

3. Hicieron desaparecer el monumento atroz. Ya no está la así llamada “Llama de la Libertad”. ¿Se habrá apagado? Y de paso, estaría bien que hicieran desaparecer muchos otros monumentos insolentes y sin sentido. Y erigir otros. ¡Yo qué sé! El único monumento sensato que se me ocurre es un bosque que ayude a despoblar la ciudad. Porque Santiago sigue creciendo; continúan edificando más allá de los límites razonables, lo que no hace más que fortalecer el centralismo. El ingeniero de obras falló, y con él toda una ciudad que se volvió invivible.

(Ilustración).