· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

22 de octubre de 2010

El lector radical

Los periodistas, una fauna nacional. Una amiga me manda una buena muestra de lo que sí tiene sentido. Un discurso de agradecimiento con mucho de Nicanor Parra, sin restarle ningún mérito al autor. Ironía y detalle, por decirlo de algún modo, muy lejos en todo caso del estilo cada vez más odioso de The Clinic, hoy tan tristemente parecido al periodismo serio de LUN. Mucho poto, teta y pico, sin la gama de sutilezas que permite la risa buena, quevediana. Nibaldo Mosciatti es un corredor de fondo del periodismo. Y un cronista excelente. El periodismo sí puede cuidar y cultivar el estilo, sin amaneramientos ni cursiladas; y de hecho tiene que hacerlo porque también vende eso, es decir, cultura. El humor en Chile, país de humoristas negadores (¿Tan mal estái? ¡No, si estoi la raja!), hoy pasa por momentos bajos. Está en todas partes; ya perdió sentido. Bueno, el panorama del periodismo tampoco es mejor. Es escaso, enano, anoréxico. Lo es desde siempre. La oferta es rácana. Por eso hay que celebrar a los lúcidos que sí lo hacen.

Se lee poco el diario. Los diarios, a su vez, se hacen poco leer. Nunca cuajó una cultura del diario; y ya no pasó. Hoy, que los diarios se enfrentan al dilema electrónico, de si cambiar y cómo hacerlo, los lectores ya no harán nada por acercárseles. Quizá se empiece e leer más el diario en internet. Lo dudo. El asunto es que, en general, se lee poco. Un asunto menor, en todo caso. No hay sociedades lectoras, ni mucho menos. De hecho, los desafíos nacionales me interesan poco. No entiendo las proclamas que alientan el deporte nacional, en cualquiera de sus vertientes. Yo sólo conozco a personas lectoras, interesadas, inteligentes. Son individuos.

La cultura. A propósito de esto. La así llamada literatura latinoamericana, por ejemplo. Esa necesidad gregaria, la manía de ir formando piñas. Si ya los límites nacionales me resultan odiosos. En cultura, lo peor, lo malo, lo nefasto, se conoce porque es de más fácil acceso, pero se mantiene a raya. Uno va seleccionando, como quien selecciona a los amigos. Se es radical en ese aspecto.