
Como uno es un aficionado a la Rusia de todos los tiempos, la de los mejores escritores decimonónicos y la de los cineastas insólitos y metafísicos (y la de los músicos y pintores y poetas superlativos y obligatorios), quiere conocer la historia de esa tierra lejana, mastodóntica y muy frecuentemente monstruosa. No sólo por el experimento soviético; todavía el país parece dirigido por una casta de impresentables disfrazados de demócratas.
Sobre el experimento comunista hay una larga lista de libros dedicados a describir y examinar el proceso, los 70 años que fueron siete décadas aciagas. Me remito a tres leídos más o menos recientemente: “Koba el temible”, de Martin Amis; “Días malditos”, de Iván Bunin; y “El maestro Juan Martínez que estaba allí”, de Manuel Chaves Nogales.
Me refiero ahora a este último. Chaves Nogales fue un periodista español nacido en 1897. Le tocó ejercer su profesión en una Europa convulsa y sangrienta; durante la guerra civil española participa activamente a favor de la república; finalmente se exilia en Paris. En el libro que comento, Chaves Nogales narra las experiencias del gitano Martínez, un bailador de flamenco que vivió la revolución de Octubre de 1917 en la misma Rusia, mientras actúa en casinos y clubes de lujo para la aristocracia. En el libro se describe al buscón y al superviviente, en el medio hostil de la batalla diaria, con las miserias que impone el hambre, el frío y la intemperie.
Pero también las miserias del crimen y la injusticia, en unarevolución popular llevada a cabo, se dijo y se repitió (y todavía hay quien lo repite), por quienes se rebelaban justamente contra eso.
Chaves Nogales, con una prosa finamente trazada, logra un libro no sé si revelador, en todo caso sí educador. Porque es una historia de lo cotidiano, donde por supuesto no faltan los datos, los dichos, las anécdotas, los números, los argumentos que forjan el contexto y le dan solidez a la historia.
Coda: Buscando un link interesante di con este texto deIsaiah Berlin, publicado en Letras Libres. Un maestro al habla.