· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

18 de septiembre de 2010

Algo es nada

En la casa de Renca ha florecido el ciruelo. Es un color rosa inenarrable, galáctico, hipnotizador. Es la nueva generación, tras la tala maldita de todos sus antepasados. Al volver fue lo primero que vi: los árboles ya no estaban. Lo único que dejaron fueron los troncos mochos en cuyo centro el talador estampó una cruz simbólica y útil, no lo dudo. El resto del pasaje seguía igual, haciéndole honor a su nombre: un puro extenso Jardín por donde es muy grato pasar. Un oasis, la excepción en medio de la pulcritud metálica de los cremas de las casas.

Ya había redactado, y en muchas versiones, la historia del patio, pero al volver a Renca se me hizo claro que aquello debía ser un documental. Pensé en “No quarto da Vanda”, de Pedro Costa (escandalosamente original al principio; luego acaba saturando), en las espigadoras de Agnès Varda. Múltiples formas de un autorretrato. No consiste en otra cosa que en el hecho de narrarse uno y a uno mismo. De otro modo, no se comprende la vida.

Varda, precisamente, filmó en 1991 “Jacquot de Nantes”, que no he visto (bueno, sólo esto). Y sobre Nantes llevo pensando toda la mañana. No debí haberme marchado de Nantes. Era Nantes. O nada. Nantes. Pues ahora esto. Lo digo en voz alta mientras tomo un plato de sopa de marisco. Alguien me responde con sentido común. Todo pasa por algo, dice. El problema está en saber qué es ese algo. Como sea, siempre acabo riéndome de los brujos. Siempre es algo.