· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

13 de noviembre de 2010

El florero

Me movilizo en colectivo. Es un taxi con trayecto de micro, para que nos vayamos entendiendo. Sólo cuatro pasajeros. El auto sólo parte cuando el aforo está completo. La suerte de ser el primero en la fila de espera, y así viajar cómodamente de copiloto. Ser segundo está bien, al igual que cuarto; pero ser tercero es un lastre. Significa lidiar con el montículo del medio del asiento trasero. Los sobamientos en el asiento trasero. A veces esos roces y sobadas regalan encuentros felices. Jovencitas que no les molesta en absoluto restregar sus muslos lozanos y apretujados. Ahora, en noviembre, el sudor empieza a ser un problema. Un problema sobre todo olfativo. Pero el colectivo sigue siendo mejor que desplazarse en micro. Más económico que el taxi. Y de vez en cuando, pese a estar tercero, la proximidad, la intimidad de ciertos trutros bien nutridos y deseosos. Señoras perfumadas a las que se les ha corrido un punto de la media. Tocaciones involuntarias en toda regla. Que uno se baja con la imaginación encendida.

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Le noise”, Neil Young. En distintos momentos de los últimos diez, quince años, algún disco de Neil Young. Recuerdo, por ejemplo, Mallorca. Que es igual al fabuloso “Prairie wind”. Recuerdo El Tabo, en 1996 ó 1997, “Harvest” (mi descubrimiento personal de aquella época). Hoy, en el departamento de calle Maipú, lo último, “Le noise”. Es un disco de guitarras desatadas; de hecho, sólo una guitarra y una multitud de efectos y secuenciadores. Sin embargo me enganché a Love and war, una de las dos únicas acústicas. Es un disco árido, difícil, un disco que tarda en ser bien escuchado. Parafraseando a Sloterdijk, un disco preñado de futuro.

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En Diagonal Paraguay esquina Portugal, una librería pequeña se esconde detrás del supermercado. Buena selección; ya la vitrina anuncia cosas interesantes. Una vitrina: toda una promesa. Me fijo en una edición barata (Akal) de la Sonatra de Kreutzer, de Tolstoi. Lo barato, en libros, sólo debe asegurar una edición en condiciones; o sea, una traducción adecuada. Se puede compaginar barato y bueno. De Bolsillo, de hecho, está sacando una gran cantidad de buen material a buen precio. Me gusta la austeridad de los libros de bolsillo. Se respira el mismo olor que cuando se ofrece el placer de abrir y oler las hojas de un libro exquisito.

(Avanzado ya en la Sonata constato que hay muchas frases y párrafos que chirrían por su traducción. Pago el precio).