· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

19 de noviembre de 2010

Enfermo de bien

(para Gina, que se recupera)

Una de esas frases: la enfermedad te hizo bien. Gente enferma, más lúcida, porque está más cerca de la muerte.
El pulmón es lo mío. Cada cierto tiempo, me desata estados febriles que pueden o no empeorar; pero siento un malestar que oscila entre la tráquea y los bronquios mismos, que sube y baja como el mercurio que mide la sensación de demolición frente a la vida.
Cada mañana me despierto un poco ahogado. La falta de aire, una sensación profundamente básica, animal. La tarea humana siempre ha consistido en disminuir e intentar vencer el dolor.

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Roberto Ampuero es un novelista que dicta cátedra en EE.UU. La izquierda chilena lo ataca por ser liberal, apoyar a Piñera y, sobre todo, por ser anticastrista. Vivió en La Habana, y sabe de lo que habla. Ser anticastrista, hoy, es algo puramente moral, y además un deber. Otra cosa es lo que escribe el tal Ampuerto. Su columna semanal en el Mercurio, sin ir más lejos. El chauvinismo de Ampuero no sólo calza en el universo mercuriano; su público es amplio y devoto. “Cada vez que voy a Chile, me encuentro con un país diferente”, escribía ayer. Esta diferencia estriba en algo importante: creer que somos una nación particular y escogida; que nos pasan cosas únicas; que nuestro destino está iluminado; que somos excepcionales, a fin de cuentas. Lo que es la gárgara patriotera.

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A propósito, un momento feliz en Málaga: el concierto que Tindersticks dio en el teatro Cervantes el 16 de febrero (2009). Con A. lo decidimos en el último momento; pero se trataba de un festejo íntimo y particular: un año de casados.Tindersticks es esencialmente romántico, en el sentido alemán, y también en el Tellado. Estaban presentando “The hungry saw”, que tocaron completo; volvieron tres veces al escenario, y nos mantuvieron bajo hipnosis durante todo el tiempo. Era lunes; la costa mediterránea nos había regalado un día cálido (comparado con la gélida Granada). La burbuja de ese día estalló muy pronto. El asunto fue constatar que, al igual que en Inception, yo sólo estaba dentro de una burbuja de una burbuja de una burbuja de una burbuja.