· Lázaro de Renca · derrenca@gmail.com · modificado en Tumblr ·

28 de julio de 2010

Pútrida patria

No las bibliotecas públicas de Lisboa –escribí el otro día-, aunque sí la cinemateca, sobre todo en sus sesiones nocturnas, con una cartelera rebuscada y exquisita. Vivíamos cerca de la estación de metro Anjos, así que para ir andando debíamos remontar la colina. De Almirante Reis a avenida da Libertade, pasando por el hospital Miguel Bombarda. Era el fin de la primavera; el frío lisboeta no es glacial, es peor: es húmedo, un frío pegajoso y estimulante de hongos y mohos varios. Un tipo de clima enemigo acérrimos de asmáticos y pulmones endebles; enemigo íntimo mío, desde luego. Siempre lo tuve claro.

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El puro sentido común me impide sentir aprecio por cualquier alusión a la raíz. Hablan de la literatura nacional, del cine nacional, de la industria nacional. Quizá a alguien le parezca bueno que un escritor nacional triunfe en el extranjero. Quizá le parezca necesario y grandioso que una empresa nacional conquiste un mercado extranjero. Ve en ello algo por lo que sentir orgullo. Raíz. Orgullo. Nacional. ¡Patrañas! Ante eso, “Pútrida patria”, Sebald dixit. Pero insiste y dice que no hay que renunciar a los orígenes. Origen, raíz, pueblo, etcétera. Puro oscurantismo. Y hay que actuar contra el oscurantismo, la superstición y la creencia. La única manera posible de defender la cultura del lugar de nacimiento es su crítica constante y el empeño por su transformación. Incluso apelar a su destrucción vale como boutade pasajera.